Los Ángeles tenentes de escudo son dos obras escultóricas de gran relevancia dentro del patrimonio cultural del Principado de Asturias. Estas piezas, creadas por el artista Francisco Zeballos, pertenecen a la escuela del Renacimiento y datan del siglo XVI, específicamente de 1569. Su técnica, que combina el uso de temple y terracota, es representativa de un periodo artístico en el que la búsqueda de la belleza y la perfección formal eran primordiales.
Con unas dimensiones de 60 x 71 centímetros, las esculturas de los Ángeles tenentes de escudo destacan no solo por su tamaño, sino también por la destreza técnica que exhiben. La utilización de terracota, un material tradicionalmente empleado en la escultura, permite un nivel de detalle que enriquece la representación de estos ángeles. La figura de los ángeles ha sido un motivo recurrente en el arte religioso, simbolizando la conexión entre lo divino y lo humano. En este caso, los Ángeles tenentes de escudo sostienen un escudo, lo que añade un matiz heráldico a su representación, sugiriendo una vinculación con la nobleza o una familia específica de la época.
El registro de estas obras se encuentra bajo el código A-I-M - 03 - 0000703 - 00000 en el Inventario General, lo que indica su estatus de bien de interés cultural. La anotación preventiva en su registro refleja la importancia que se le otorga a la preservación de estas piezas. Desde su incoación el 7 de julio de 1992, las Ángeles tenentes de escudo han sido objeto de atención por parte de los organismos responsables de la protección del patrimonio cultural en Asturias.
Es fundamental comprender que el Registro de Bienes de Interés Cultural en el que se encuentran estas obras no solo proporciona información sobre su identificación y descripción, sino que también establece su situación jurídico-administrativa. Este aspecto es crucial para asegurar la salvaguarda de las piezas y su acceso a la comunidad, permitiendo que futuras generaciones puedan apreciar el legado artístico del Renacimiento en España.
Los Ángeles tenentes de escudo, al igual que otras obras de su época, reflejan la influencia de las corrientes artísticas que recorrían Europa durante el siglo XVI. La combinación de un estilo refinado con un simbolismo profundo se traduce en piezas que trascienden su función decorativa, convirtiéndose en verdaderos testimonios del espíritu de una época.
La presencia de estas esculturas en la comunidad autónoma de Asturias no solo enriquece su patrimonio cultural, sino que también ofrece una ventana al pasado, permitiendo a los visitantes y estudiosos apreciar el ingenio y la creatividad de los artistas renacentistas. A medida que se continúan explorando y preservando obras como los Ángeles tenentes de escudo, se asegura que el legado artístico del Principado de Asturias siga vivo, recordándonos la importancia de la cultura en nuestra identidad colectiva.
