Armario

Bienes de Interés Cultural (BIC)
Mobiliario

En el ámbito del patrimonio cultural, cada objeto cuenta una historia que va más allá de su función original. Un claro ejemplo de esto es el Armario, una pieza destacada del mobiliario que se sitúa entre el siglo XIX y XX. Este Armario, que actualmente se encuentra en el Registro de Bienes de Interés Cultural (B.I.C.) del País Vasco, no solo destaca por su diseño y estética, sino también por su valor histórico y cultural.

El Armario en cuestión está registrado bajo el código R-M - 04 - 0000010 - 00088, y su inclusión en el registro es un testimonio de su relevancia dentro del patrimonio mueble de la comunidad. La fecha de declaración, el 15 de diciembre de 1989, y su publicación en el boletín correspondiente el 21 de diciembre de 1989, reflejan un reconocimiento formal de su importancia. Este reconocimiento no solo asegura la protección del Armario, sino que también promueve la preservación de su historia y significado.

El diseño de este Armario, aunque aún se encuentra en evaluación en cuanto a su escuela de estilo, ofrece un vistazo a las tendencias estéticas de su época, con características que pueden reflejar tanto la funcionalidad como el arte del mobiliario de finales del siglo XIX y principios del XX. Es importante considerar que el Armario no es solo un objeto decorativo, sino que también ha servido como un testigo silencioso de la vida cotidiana de las generaciones que lo han utilizado.

El organismo responsable de la gestión y conservación de este Armario es la comunidad autónoma del País Vasco, que ha tomado medidas para asegurar que este tipo de bienes muebles sea debidamente valorado y protegido. La información registrada en el B.I.C. incluye no solo los aspectos técnicos y descriptivos del Armario, sino también su situación jurídico-administrativa, lo que garantiza un enfoque integral en su conservación y estudio.

En resumen, el Armario representa una conexión tangible con el pasado, ofreciendo una ventana a la historia y la cultura del País Vasco. Su registro como Bien de Interés Cultural es un paso fundamental en la valorización de su legado, asegurando que tanto las generaciones presentes como futuras puedan apreciar su importancia en la historia del mobiliario y la cultura regional.