En el vasto panorama del patrimonio documental, destaca una obra singular que ha capturado la atención tanto de historiadores como de aficionados a la fotografía. Se trata de una única pieza titulada Alfonso XII, sentado en un sillón, una fotografía que perdura como testigo silencioso de un momento histórico. Esta obra, inscrita en el Registro de Bienes de Interés Cultural bajo el código I-M - 14 - 0000143 - 00000, encuentra su hogar en el inventario general del Patrimonio Documental, bajo la responsabilidad del organismo competente en la Comunidad Autónoma del País Vasco.
La fotografía en cuestión, aunque no atribuida a una escuela específica, es un ejemplo destacado de su género. Capturada con la técnica fotográfica, constituye un valioso testimonio visual de la época en que fue tomada. Fecha de incoación: 03-03-2004; fecha de declaración: 13-07-2005; estos datos subrayan su reconocimiento oficial como parte del acervo cultural y documental de la región. Alfonso XII, sentado en un sillón, no solo es un objeto de estudio para los entendidos en historia y fotografía, sino también un elemento clave en la narrativa visual de su tiempo. Su inclusión en el inventario patrimonial refleja su importancia no solo como documento histórico, sino también como parte integral del legado cultural que debe preservarse y protegerse.
Este registro proporciona información detallada sobre la identificación y descripción de la obra, así como su situación jurídico-administrativa, siendo esencial para comprender tanto su valor cultural como su estatus legal. La meticulosa catalogación de sus características técnicas y su contexto histórico permite apreciar mejor la relevancia de Alfonso XII, sentado en un sillón dentro del panorama del patrimonio documental.
En conclusión, esta fotografía no solo es un reflejo de la persona que en ella aparece, sino también un documento visual que trasciende el tiempo, enriqueciendo nuestra comprensión del pasado y fortaleciendo el vínculo con nuestra herencia cultural.
