Armario

Bienes de Interés Cultural (BIC)
Mobiliario

El Armario es un objeto que trasciende su función práctica para convertirse en un símbolo de la cultura material y social de una época. En este caso, el Armario en cuestión, catalogado bajo el código R-M - 04 - 0000010 - 00089, pertenece al Registro de Bienes de Interés Cultural, un marco que asegura la preservación de elementos significativos del patrimonio histórico.

Este Armario, que data de la transición entre los siglos XIX y XX, se encuentra en la categoría de mobiliario, lo que indica su relevancia no solo como un objeto utilitario, sino también como una representación de las corrientes estéticas y funcionales de su tiempo. La época en que fue fabricado es crucial para entender su diseño y uso, así como las técnicas de fabricación que prevalecían en ese periodo, reflejando la evolución de la artesanía en el País Vasco.

El Armario fue declarado Bien de Interés Cultural el 15 de diciembre de 1989, con su inscripción formal publicada en el boletín oficial el 21 de diciembre del mismo año. Esta declaración subraya la importancia de proteger y valorar no solo los edificios y monumentos, sino también los objetos que forman parte del tejido cotidiano de la vida de las personas. La gestión de este patrimonio recae en las autoridades competentes del País Vasco, que se encargan de garantizar su conservación y promover su estudio y difusión.

La información registrada en el sistema del Registro de Bienes de Interés Cultural proporciona una visión integral sobre el Armario, incluyendo su identificación, descripción y situación jurídico-administrativa. Este registro es fundamental para cualquier investigación futura y para la toma de decisiones sobre la conservación y uso de este tipo de patrimonio. A través de su protección, se busca no solo preservar un objeto, sino también mantener viva la memoria colectiva de una comunidad y de sus tradiciones.

El Armario, más allá de su función en el hogar, representa un vínculo tangible con el pasado. Cada detalle en su diseño puede contar historias sobre las costumbres, las dinámicas sociales y los estilos de vida de quienes lo utilizaron. Por tanto, la preservación de este objeto no es solo un acto de conservación, sino un compromiso con la historia y la cultura de una región. En un mundo donde la globalización tiende a homogeneizar la cultura, el Armario se erige como un recordatorio de la diversidad y la riqueza de nuestro patrimonio material.