En el ámbito del patrimonio cultural, el Arcángel San Miguel se erige como un símbolo de la espiritualidad y la lucha entre el bien y el mal. Esta obra, perteneciente al Siglo XVI y realizada en la técnica de óleo sobre tabla, representa no solo la maestría de la época, sino también la profunda devoción religiosa que caracterizó a la sociedad española de aquel entonces. Su relevancia se ve reflejada en el hecho de que se encuentra actualmente en el inventario de Bienes de Interés Cultural, donde se registra la información relacionada con los bienes muebles, así como su situación jurídico-administrativa.
El Arcángel San Miguel, que todavía no ha sido asignado a un bien específico, forma parte de una única obra identificada con el título "Arcángel San Miguel". Esta pintura, que mide 114,5 x 69,1 centímetros, se ha preservado a lo largo de los siglos y se ubica en la comunidad autónoma de Galicia. Su datación en el siglo XVI la sitúa en un periodo de grandes transformaciones en la pintura española, donde se empezaron a fusionar influencias tanto del Renacimiento como del arte religioso. Esta época fue testigo de un florecimiento artístico que buscaba representar la divinidad de una manera más accesible y emocional.
El registro de esta obra se encuentra bajo el código A-I-M - 01 - 0005744 - 00000, y su estado se anota como preventivo, lo que indica la importancia de su conservación y la necesidad de protegerlo de posibles deterioros. Este registro se lleva a cabo en el área de inventario general, asegurando que cada detalle de la pieza, desde su técnica hasta sus medidas, quede documentado para futuras generaciones.
Es esencial destacar que el Arcángel San Miguel no solo es un ejemplo de la pintura religiosa de su época, sino que también sirve como un puente entre el arte y la espiritualidad. Su representación visual transmite una serie de valores y creencias que han perdurado a lo largo de los siglos, permitiendo que tanto los creyentes como los amantes del arte encuentren un sentido de conexión con el pasado.
La figura del Arcángel San Miguel ha sido objeto de veneración en distintas culturas y épocas, convirtiéndose en un patrón de protección y justicia. Su iconografía, que frecuentemente lo muestra con una espada en la mano, simboliza la victoria del bien sobre el mal, un mensaje que sigue resonando en la actualidad. La preservación de esta obra es, por tanto, una tarea crucial no solo para el ámbito artístico, sino también para la historia y la cultura de la región.
El organismo responsable de su cuidado y conservación, registrado desde el 17 de noviembre de 1986, se encarga de garantizar que el Arcángel San Miguel permanezca como un testimonio de la riqueza cultural de España, específicamente en la región de Galicia. La atención a este tipo de patrimonio es vital para mantener vivas las tradiciones y las enseñanzas que estas obras pueden transmitir. A través de su conservación, se asegura que las futuras generaciones puedan experimentar y comprender la profundidad de la historia y la espiritualidad que el Arcángel San Miguel representa.
