Paisaje de puerto holandés

Bienes de Interés Cultural (BIC)
Pintura

El Paisaje de puerto holandés se presenta como una obra significativa dentro del contexto del arte del siglo XVII. Con unas medidas de 65 x 90 centímetros, esta pieza de óleo sobre lienzo destaca por su calidad técnica y su representación de un entorno marítimo, característico de la tradición holandesa de la época. Aunque aún no se ha asignado una escuela específica a esta obra, su estilo y temática la sitúan en un momento en el que el arte holandés florecía, particularmente en la representación de paisajes y escenas de la vida cotidiana.

La técnica empleada en el Paisaje de puerto holandés es un reflejo de los avances artísticos del siglo XVII, una época marcada por la exploración y el comercio marítimo, elementos que se evidencian en la representación de puertos y embarcaciones. Estos elementos no solo decoran el lienzo, sino que también narran historias de intercambio cultural y económico, que eran esenciales para el desarrollo de las ciudades costeras de los Países Bajos.

El registro de esta obra está catalogado bajo el código A-I-M - 01 - 0005731 - 00000 y forma parte del inventario general de bienes culturales de Galicia. Su fecha de incoación se remonta al 17 de noviembre de 1986, lo que indica su reconocimiento como un bien de interés cultural dentro de la comunidad autónoma. Este estatus garantiza la protección y conservación de la obra, asegurando que su valor histórico y artístico sea preservado para las futuras generaciones.

Además, el Paisaje de puerto holandés es parte de un inventario que se ocupa de los bienes muebles de interés cultural. Este inventario no solo incluye la identificación y descripción de la obra, sino que también proporciona información sobre su situación jurídico-administrativa. Este registro es fundamental para entender el contexto legal en el que se encuentra la obra, así como su relevancia dentro del patrimonio cultural de Galicia.

La obra, aunque pendiente de una asignación de escuela, representa una parte importante de la narrativa visual del siglo XVII. Las escenas de puertos, reflejadas en el Paisaje de puerto holandés, invitan a los espectadores a contemplar no solo la belleza estética de la pintura, sino también a reflexionar sobre el significado más amplio de la vida en un mundo cada vez más conectado por el comercio marítimo.

En resumen, el Paisaje de puerto holandés no es solo una obra de arte; es un testimonio de una época en la que el arte y la vida cotidiana se entrelazaban. Su presencia en el inventario de bienes culturales de Galicia asegura que esta pieza de la historia artística no sea olvidada, sino que continúe inspirando a quienes la contemplan y estudian. La importancia de la obra radica no solo en su ejecución técnica, sino también en su capacidad para evocar un pasado rico en matices culturales y sociales.