La escultura (00000-00002) es una obra representativa del siglo XVIII, un período en el que la técnica y la estética de la escultura en Cataluña experimentaron un notable desarrollo. Esta pieza, elaborada en madera y policromía con detalles dorados, no solo destaca por su técnica, sino también por la maestría de su ejecución. El uso de la madera como material base, combinado con la policromía y el dorado, refleja la riqueza de los recursos disponibles en la época, así como la habilidad de los artesanos que trabajaban en este ámbito.
El registro de la escultura (00000-00002) en el Inventario General de Bienes de Interés Cultural es fundamental para comprender su importancia. Dicha escultura está clasificada dentro de la tipología de esculturas y posee un código único de identificación: I-M - 03 - 0002599 - 00000. Esta codificación no solo facilita su localización en los archivos, sino que también resalta su relevancia dentro del patrimonio cultural de la Comunidad Autónoma de Cataluña.
La fecha de incoación de la escultura (00000-00002) fue el 10 de julio de 1998, lo que indica el momento en que se inició su proceso de reconocimiento y catalogación. Posteriormente, el 20 de mayo de 1999, se llevó a cabo su declaración oficial como Bien de Interés Cultural. Este estatus otorga a la obra una protección legal que asegura su preservación para las generaciones futuras y reconoce su valor histórico y artístico.
El organismo responsable de gestionar y velar por la conservación de la escultura (00000-00002) se sitúa en Cataluña, donde se articula un marco de colaboración entre diversas entidades para asegurar que estas obras sigan siendo accesibles y respetadas. La información registrada no solo incluye aspectos técnicos y materiales de la obra, sino que también abarca su situación jurídico-administrativa, garantizando que los detalles relevantes estén disponibles para investigadores y amantes de la cultura.
En resumen, la escultura (00000-00002) es un testimonio del arte del siglo XVIII en Cataluña, un legado que ha sido cuidadosamente registrado y que representa una pieza clave en la historia del patrimonio cultural de la región. Su atención a los detalles, el uso de materiales de calidad y su relevancia histórica la convierten en una obra digna de ser apreciada y estudiada, asegurando que su valor perdure en el tiempo.