Las Esculturas orantes de los Acebedos son una serie de cuatro obras que destacan en el panorama artístico del patrimonio cultural de Cantabria. Estas esculturas, creadas por el artista Gabriel de Pinedo, pertenecen a la escuela romanista y datan del siglo XVII. Su importancia radica no solo en su valor artístico, sino también en su contexto histórico y cultural, reflejando las tendencias artísticas de su época.
El término "bulto redondo" se utiliza para describir estas obras, lo que indica que las esculturas son tridimensionales y pueden ser vistas desde múltiples ángulos. Este estilo permite al espectador apreciar los detalles y la maestría con la que Pinedo realizó cada figura. La habilidad técnica del autor se manifiesta en la representación de las posturas y expresiones de las esculturas, que evocan una profunda espiritualidad y devoción.
Las Esculturas orantes de los Acebedos están registradas bajo el código A-R-M - 03 - 0000548 - 00000 en el Registro de Bienes de Interés Cultural (BIC). Este registro, que incluye información sobre su identificación y situación jurídico-administrativa, fue iniciado el 27 de septiembre de 2002 y se formalizó con su declaración el 8 de mayo de 2003. Su inclusión en el registro es un reconocimiento a su valor cultural, garantizando así su protección y conservación para futuras generaciones.
El organismo responsable de esta declaración es la comunidad autónoma de Cantabria, que se encarga de preservar y promover el patrimonio cultural de la región. El boletín de declaración, fechado el 21 de mayo de 2003, refuerza el compromiso del gobierno regional con la protección de obras que, como las Esculturas orantes de los Acebedos, son testigos de la historia y la evolución artística de su entorno.
A través de las Esculturas orantes de los Acebedos, se puede observar una fusión de espiritualidad y arte, donde cada figura invita a la reflexión y a la contemplación. Estas obras no solo son un legado de su tiempo, sino que también continúan inspirando a los visitantes y estudiosos del arte. Su preservación en el ámbito cultural de Cantabria es, por tanto, un elemento esencial para entender y apreciar la rica herencia artística de la región.
