El Cartulario del Monasterio de Santa María de Piasca es un documento de gran relevancia para el patrimonio cultural de Cantabria, que destaca no solo por su antigüedad, sino también por el valor histórico que encierra. Este cartulario, que data del siglo XII, ha sido objeto de atención por su importancia en la investigación de la historia medieval de la región. A través de sus páginas, se puede rastrear la evolución de la vida monástica y la gestión de bienes en un contexto que abarca desde la fundación del monasterio hasta el siglo XVIII, periodo durante el cual se realizaron añadidos que enriquecen aún más su contenido.
El Cartulario del Monasterio de Santa María de Piasca, con unas dimensiones de 205 x 400 mm, ha sido clasificado bajo el código R-M - 14 - 0000027 - 00000 en el registro de Bienes de Interés Cultural (BIC) de Cantabria. Este registro no solo permite la conservación del documento, sino que también asegura su estudio y divulgación para las generaciones futuras. La fecha de incoación del bien fue el 5 de febrero de 2003, y su declaración formal se realizó el 18 de julio de 2003, con la publicación correspondiente en el boletín oficial el 8 de agosto del mismo año.
Este cartulario representa una ventana al pasado, proporcionando información valiosa sobre la organización de la comunidad monástica y los vínculos económicos y sociales que mantenían con su entorno. La documentación contenida en el Cartulario del Monasterio de Santa María de Piasca no solo es testimonio de la vida cotidiana de los monjes, sino también de los acontecimientos históricos que marcaron la época, tales como la evolución de los derechos de propiedad y la administración de recursos.
La Comunidad Autónoma de Cantabria, consciente de la relevancia de este bien, ha hecho esfuerzos significativos para su conservación y estudio. La gestión del Cartulario del Monasterio de Santa María de Piasca se encuentra en manos del organismo responsable del patrimonio cultural de la región, que trabaja para asegurar que este y otros bienes de interés cultural sean preservados y accesibles para el público y la investigación.
En conclusión, el Cartulario del Monasterio de Santa María de Piasca es un testimonio invaluable de la historia y la cultura de Cantabria, que merece ser conocido y apreciado no solo por los estudiosos, sino también por todos aquellos interesados en la rica herencia cultural de España. Su inclusión en el Registro de Bienes de Interés Cultural garantiza su protección y promueve su difusión, asegurando que las generaciones futuras puedan seguir explorando las huellas que dejó esta institución monástica en el desarrollo de la región.